Aparte 2, Tema: Revista Heavy Metal. Fue ayer, un día de 1994, cuando mi papá me llevó a la revistería que quedaba al lado del centro comercial Villanueva en Medellín. Y me encontré de tope con una edición de la Heavy Metal, revista de comics nuevayorkina de ilustración fantástica; mi primera impresión fué en primer término, de una revista irreprochable, la encontré en términos reales muy buena en su factura y en su contenido tan pulcro.
Luego le vi un problemita: Manejaba temas un poco depresivos que me llevaron a repensar el enfoque conceptual de la creación de comics. La virtud de la revista es indiscutible, su relación directa con los creadores, la cohesión de los temas y su desarrollo del concept art es magnífica. Pero se me plantea un interrogante directo en los pormenores de aquello que podríamos llamar el tema: ¿Tendrá sentido dejar a un lado la fluidez de un tema, para caer en desviaciones y rupturas intencionales de forma y contenido, por sorprender al lector?, No tengo problema en que haya versatilidad, pero una buena revista no debería exceder escenas de violencia. Porque quedarará un sinsabor en el lector al abordar estos episodios, que lo saturen o lo agobien. Hay un autor que me gustó en especial: Azpiri, historietista español, avanzado, de renombre. Me llevaba por esos mundos marinos acuareludos que no olvido; sus capitanes voluptuosos y Lorna su heroina, con su halo de misterio y fascinación, eran matizados por una especial retórica.
Azpiri goza de una visión bastante compleja.
Compleja porque no tiene ni asomo de simpleza; acuarelas cargadas de volúmen y de formas rebuscadas, con colores vivos y terrozos. Un descanso para una buena revista.
Lorna y el leviatan.Aspiri
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